domingo, 22 de enero de 2017

La situación

Hace un año ya desde que terminé el grado que he estudiado. Y es en este momento cuando veo mi futuro aún más borroso que antes. Ni tan solo el día que tuve que elegir y numerar, por orden de preferencia, los diferentes grados que me gustaría cursar tuve tantas dudas como en este preciso momento. Y os digo que no es por falta de vocación o por no tener ganas de trabajar, pero la situación que rodea mi profesión no es la mejor.

Os preguntareis: ¿Qué habrá estudiado? Bueno, pues tengo que enseñar y educar a niños y niñas, trasmitirles aquello que sé y he aprendido, inculcarles los valores que defiendo y que a mí me han trasmitido, e incluso, tengo que admitir, que, algunas veces, me veo obligado a ejercer como enfermero o policía. ¿Lo habéis adivinado? Sí, soy maestro y, además especialista en el área de Audición y Lenguaje. Como bien sabéis, no es nada fácil ejercer como docente en un colegio (público), si no se superan unas oposiciones, junto con miles i miles de compañeros de profesión; y el conocido como el periodo Pinball, en el que los maestros novatos “rebotamos” de centro en centro, trabajando a media jornada y pagando un alquiler superior a nuestro sueldo. Una gozada, vaya.
Además, a todo esto, se le suma las constantes faltas de respeto que algún sector de la sociedad dirige al grado de Magisterio y, en concreto, a los docentes. Una profesión, injustamente (desde mi punto de vista), infravalorada por "hacer collares de macarrones", "tocar la flauta dulce", "cantar" (nótese mi ironía)... Argumentos estúpidos, de gente estúpida. No obstante, y aunque es cierto que algunos estudiantes cursan este grado como una opción y no por vocación, no deberíamos generalizar ni menospreciar el esfuerzo, la paciencia, el  estudio, el cuidado... que los docentes tienen a la hora de enseñar. Recordad que todos hemos sido alguna vez alumnos y que nuestros hermanos, amigos, e, incluso, hijos estarán o habrán estado a cargo de un/a GRAN MAESTRO/A.

Así pues, teniendo en cuenta esta Situación, me pregunto cual será mi futuro. Nunca sabemos lo que este nos puede deparar, pero espero que pronto la vida me quite estas gafas empañadas que impiden ver claro mi camino.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por leer mis locuras y opiniones.